Al observar y conocer la historia fundacional de los distintos centros poblados de Chiloé es posible notar que la iglesia, en tanto objeto arquitectónico y simbólico, constituyó el centro a partir del cual evolucionaron las distintas localidades urbanas existentes en el archipiélago. Sin embargo, actualmente los efectos de la globalización y, en especial, de la expansión urbana, están atentando contra su nicho cultural, invadiendo espacios que involucran el desarrollo de expresiones religiosas que superan los límites de la iglesia como inmueble.